Como mentora de negocios, muchas veces mis clientas me preguntan: ¿qué qué debo hacer para crear un buen curso online que se venda bien?
De entrada, su principal preocupación suele ser el «cómo hacerlo» a nivel tecnológico: cómo grabo los vídeos, dónde los alojo, qué escuela online me recomiendas…
Pero este no es el eje fundamental para crear un buen curso que resulte MEMORABLE.
De lo que estamos hablando es de crear un gran PRODUCTO, en este caso formativo (ya sea online o presencial).
Por lo tanto, lo que tiene que preocuparte es su Calidad y la Experiencia de Aprendizaje que vayan a vivir tus alumnos.
Enseñar no es lo mismo que aprender.
Y es que esto no va de ti, de lo que sabes o de lo que puedes contar.
Esto va de tus alumnos y de cómo les ayudarás a resolver las situaciones que le preocupan.
Es justamente ahí, en la auténtica conexión de tu curso con las necesidades y expectativas de tus futuros alumnos / clientes, donde radica la clave del éxito.
Esto es lo que te explicaré en este artículo: cómo puedes crear un buen curso que se venderá porque despertará interés y deseo genuino.
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DEFINE EL TEMA GENERAL Y EL ENFOQUE
El mayor error que puedes cometer es crear un curso para “transmitir lo que sabes”, tu conocimiento (porque estás convencida de que es importante).
Lamento desilusionarte desde el principio: a la gente no le importa lo que sabes, porque la gente no compra principalmente para “saber más”, ni para “saber por saber”.
La gente compra soluciones.
Así que lo primero que debes tener muy claro para crear tu curso (ya sea en formato online o presencial), es que debe ser un producto que conecte con una demanda real del mercado.
Es decir: necesitas conocer cuáles son las necesidades y las aspiraciones de tu cliente.
¿Por qué debería invertir dinero, tiempo y esfuerzo en escucharte y en aplicar lo que le propones?
Te lo explicaré con cinco ejemplos de cursos online que conozco por dentro, porque, como mentora, he colaborado en su proceso de creación.
- EJEMPLO 1 – Chakras para la vida moderna (Marta Loperena)
- EJEMPLO 2 – Domina tus materiales (Elena Altuna)
- EJEMPLO 3 – Estrategia y Acción (Gloria Cervelló)
- EJEMPLO 4 – Tu talento en un libro (Ed. Culbuks)
- EJEMPLO 5 – BIZ Bang! Power (Escuela de Empresarias)
Ejemplo 1 | Curso de Chakras para la vida moderna (por Marta Loperena)
Imagina que navegas por internet y te encuentras con este curso sobre chakras.
Seguramente, ahora mismo no estás pensando en hacerte una experta en esto, aunque hayas oído hablar del tema y tal vez te interese.
Lo que ahora mismo te preocupa es que te sientes cansada, que sientes que tu energía se consume demasiado rápido en tu día a día, que acabas la jornada «de bajón». Y el médico dice que de salud estás bien, que no hay anemia ni nada parecido.
Lo que estás buscando es sentirte, otra vez, capaz de afrontar tu vida cotidiana con normalidad y -a poder ser- con buen humor.
Este sería el retrato perfecto de las preocupaciones que tiene el cliente ideal de Marta.
Fíjate lo bien que lo resolvió.
Este es el encabezado de la página de ventas de su curso.
CURSO DE CHAKRAS PARA LA VIDA MODERNA.
Sácale el máximo partido a tu energía interior.
8 semanas para conocer tus chakras y superar tus bajones emocionales.
¿Ves qué rápido y claro te transmite lo que vas a conseguir si te apuntas?
Su promesa es que le sacarás el máximo partido a tu energía, para que tu mente y tú viváis en libertad. Le pondrás remedio a tus bajones emocionales y a la saturación mental. Y, todo eso, ¡en sólo 8 semanas!
Los beneficios que te ofrece el curso van mucho más allá del conocimiento que te dará la formación: son beneficios tangibles.
Cuanto más tangibles sean los beneficios conseguidos, más posibilidades tendrás de vender tu formación.
Ejemplo 2 | Domina tus materiales (por Elena Altuna)
El curso de Elena Altuna trata sobre la creación gráfica de material didáctico (* página accesible en período de lanzamiento).
Con esta propuesta, Elena está ofreciendo una nueva respuesta al problema habitual de muchos formadores que apuestan por la calidad pero necesitan controlar muy bien los costes asociados a su curso.
Imagina que eres una gran profesional y que has decidido crear un curso (por eso estás leyendo este post).
Necesitarás hacer presentaciones en powerpoint, fichas descargables, cuadernos de trabajo u otros formatos de material pedagógico que te ayuden a generar una buena experiencia de aprendizaje.
¡Y además quieres que tu imagen salga reforzada y te perciban con un buen nivel de calidad!
El problema que tienes es que tú sabes mucho de lo tuyo pero no tienes ni idea de diseño gráfico. En el peor de los casos, ni siquiera tienes demasiado gusto estético.
Pero contratar a alguien para que le dé este look profesional a tus materiales se escapa de tu presupuesto.
Fíjate en lo importante: los alumnos de Elena no necesitan ser expertos en diseño gráfico, solo quieren profesionalizar los materiales de su negocio.
En definitiva, necesitan “dejar de depender de un diseñador cada dos por tres”.
Esto es a lo que me refiero cuando te digo que tus alumnos no querrán “saber por saber”.
Igual que los alumnos de Elena, los tuyos también necesitan comprender rápidamente por qué y cómo tu curso les ayudará a satisfacer sus necesidades y/o resolver sus problemas.
Ejemplo 3 | Estrategia & Acción (por Gloria Cervelló)
Aquí tienes un tercer ejemplo, para que veas otra forma de tangibilizar los beneficios que tus alumnos se llevarán del curso.
Estrategia & Acción es un programa de mentoring grupal para emprendedoras que quieren crear su propia estrategia en redes sociales.
Quedarnos en este primer nivel de análisis sería lo habitual.
Pero también lo erróneo.
La gran pregunta es ¿para qué quieren las emprendedoras crear una estrategia en redes sociales?
Su objetivo no es ser expertas en social media ni community managers.
Simplemente, desean dejar de sentir que «pierden el tiempo en redes sociales» porque por fin tienen claro porqué y para qué publican y además pueden planificarse y saben qué publicar en cada momento.
Su objetivo no es “estar en redes”.
El verdadero objetivo (y lo que despertará su interés) es poder construir y fidelizar a una comunidad de seguidores de la que se pueda nutrir y alimentar su negocio.
LAS 3 PREGUNTAS CLAVE. AHORA TE TOCA A TI.
Los tres ejemplos que te he enseñado son muy distintos entre sí pero todos tienen algo en común:
- parten de un problema que existe en el mercado
- ofrecen la solución que sus clientes desean conseguir.
Esto es el primer paso que debes dar ahora: definir no solo el tema sobre el que quieres desarrollar tu curso sino la perspectiva (el enfoque) desde el que lo abordarás.
(Recuerda los ejemplos anteriores:
- Marta promete reestablecer tu energía (cómo: a través de los chakras).
- Elena promete materiales didácticos profesionales sin arruinarte.
- Gloria promete una comunidad alrededor de tu marca y cómomonetizarla.
Para conseguirlo, te ayudará plantearte lo siguiente:
¿Para quién es tu curso?
Muchas veces caemos en la tentación de querer “explicarlo todo”. A menudo para demostrar que sabemos mucho y -recuerda- que tu curso no va de ti.
Por esto necesitas definir bien quién es el destinatario de tu curso, qué nivel de profundidad necesita ahora mismo tu futuro alumno (pero también qué nivel de profundidad está en disposición de asumir sin entrar en modo pánico).
Imagínate que eres profesora de matemáticas: ¿verdad que no pondrías en el mismo grupo a los que no saben sumar que a los que están listos para hacer ecuaciones?
¿Qué problema tiene?
Concreta al máximo qué problema vas a resolver.
Es posible que aquí detectes que hay un espectro amplio de necesidades.
Y será el momento de decidir si aquello que tú creías que era un curso, en realidad deberían ser dos: uno de nivel básico y otro avanzado (al que se puedan sumar directamente los que ya tienen determinado nivel).
O incluso puedes detectar que aquello sobre lo que quieres hablar, responde a necesidades de personas totalmente distintas que buscan cosas distintas.
Por ejemplo, Marta dirige su curso de chakras a particulares que quieren restablecer su nivel de energía, pero podría crear un curso para profesionales (terapeutas, coaches, etc) que necesitan una nueva herramienta para ayudar a sus pacientes.
¿Ves que el enfoque del curso e incluso los argumentos de venta van a ser distintos?
¿Qué obtendrá al hacer tu curso?
Tener claro cuál es el punto de llegada, el PARA QUÉ, te servirá de marco para delimitar el temario y para plantear los ejercicios prácticos.
A partir de ese beneficio final, de la promesa que le estás haciendo a tu futuro alumno, vas a poder decidir si un determinado contenido es relevante y pertinente o por el contrario te hace perder el foco.
De hecho, siempre recomiendo revisar este “para qué” una vez que tienes el primer esbozo de contenidos, para evitar incluir lecciones que ahora mismo pueden ser innecesarias y no están directamente vinculadas al objetivo de aprendizaje del alumno.
CÓMO DECIDIR Y ORGANIZAR EL TEMARIO DE TU CURSO
Como ya te he comentado, diseñar un buen curso es mucho más que transmitir un conocimiento. El objetivo final es que el cliente consiga ALGO cuanto más tangible, mejor.
Así que tu principal reto ahora organizar todo lo que sabes en un Temario que tenga sentido. Es el momento de organizar el contenido en un índice de temas, módulos y lecciones.
Para esto te invito a pensar en 2 aspectos fundamentales:
- qué etapas debería superar tu alumno para alcanzar el objetivo final (estructura general).
- cuál va a ser la planificación temporal del aprendizaje: la duración total del curso, la cronología del temario,
Si no te has precipitado y has dado buena respuesta a las 3 preguntas clave del apartado anterior, este momento no debería suponer ningún problema.
Etapas (fases) de tu curso
Imagina que vas a construir una casa. Antes de poner el primer ladrillo, necesitarás diseñar unos planos, ¿verdad?
Pues de la misma manera, antes de empezar a crear las lecciones de tu curso, tendrás que diseñar un guión que siga un planteamiento pedagógico. Es decir, que facilite el proceso de aprendizaje de tus alumnos.
Para que visualices bien de qué se trata, te traigo un nuevo ejemplo: el programa de coaching editorial de la Editorial Culbuks.
Ejemplo 4 | Tu talento en un libro (por Guiomar Sánchez, editorial Culbuks)
En este curso, la autora utiliza la analogía de «construir un edificio» para plantear las diferentes etapas que hay que recorrer desde que alguien decide escribir un libro hasta que lo tiene escrito y listo para entrar en imprenta.
Incluso los títulos de cada módulo de su programa, corresponden con una etapa muy visual del momento en el que te encuentras: los cimientos, la estructura, los acabados, etc.
En este momento debes tener una macrovisión del proceso de aprendizaje de tu cliente. ¿Cómo puede visualizar los progresos que va a hacer para acercarse a su objetivo final?
Ejemplo 5 | BIZ Bang! power (por Escuela de Empresarias)
Yo misma, para mi curso de aceleración empresarial he definido una experiencia personalizada a travésde 5 fases, según el nivel de desarrollo de tu negocio:
Porque así mis alumnas pueden visualizar su progreso a corto plazo yocuparse sólo de los aspectos que no controlan, sin perder tiempo ni recursos.
- FASE ACTIVACIÓN
- FASE SUPERVIVENCIA
- FASE ÉXITO
- FASE CRECIMIENTO
- FASE MADUREZ
Planificación temporal (duración y cronología de aprendizaje) –
Ahora ya eres más consciente de que tus futuros alumnos no quieren saber todo lo que sabes tú.
Quieren que tú escojas y filtres la información más relevante y útil.
Quieren que les des herramientas y cuanto antes puedas dárselas, mejor.
Diseñar un proceso de aprendizaje que sea gratificante desde el principio motiva a tus alumnos a implicarse más y reduce el abandono.
Porque no solo se trata de que te compren el curso sino de que lo acaben y se sientan felices por ello. Sólo así te volverán a comprar y terecomendarán .
Por esto, no des por supuesto que tienes que empezar desde cero con toda la teoría. Puede ser un error fatal.
Si te dejas llevar solo por la inercia, es posible que acabes creando «un tostón teórico» y que tus alumnos tengan que esperar demasiadassemanas para encontrarle sentido y aplicación directa a sus problemas.
Ten siempre en cuenta las expectativas del alumno:
- ¿Cuánto tiempo puede esperar hasta resolver su situación?
- ¿Esto es realista?
- ¿Puedes adaptar tu curso a esto?
En caso contrario, ¿puedes ir ofreciendo resultados parciales que le motiven y le animen a seguir?
Vamos uno de los ejemplos anteriores.
Fíjate en cómo organiza Marta Loperena los módulos de su curso de Chakras para la vida moderna:
Su curso se divide en 7 módulos, uno para cada chakra.
Marta intuía que su curso debía durar unas 8 semanas, para conseguir un trabajo sosegado y exhaustivo para ir superando «etapas» en el proceso de cambio de sus alumnos. ¿Por qué 8 semanas? Pues porque hay 7 chakras, cada uno con un peso específico, y creía que debía dedicar almenos 1 semana a cada uno. Esto ya es un principio ¿ves?
Además, teníamos muy claro que lo ideal no era explicar todo lo que Marta sabe sobre chakras y después proponer las prácticas sino que el objetivo era conseguir que el proceso fuese motivador y gratificante desde el día 1.
Para conseguirlo, estructuramos el contenido en una línea de tiempo. Y, también, trabajamos el tipo de ejercicios y de prácticas que debían irse introduciendo para:
- mantener el nivel de motivación,
- hacer que el aprendizaje fuera sencillo
- y lograr poner en práctica la teoría.
¿El resultado? Un temario visual, organizado y claro. Así dan ganas de empezar el curso, ¿verdad?
MOTIVA A TUS ALUMNOS Y GENERA UNA GRAN EXPERIENCIA
Ya hemos visto que cuando diseñas un curso debes tener en cuenta distintas variables, entre otras “la prisa” que tenga tu alumno en poder hacer uso de todo lo que va a aprender contigo.
Esto implica que tendrás que plantearte cómo es la experiencia de aprendizaje a lo largo del tiempo y qué les vas a entregar en cada momento para que sientan, desde el primer día, que están cubriendo sus expectativas.
Ten en cuenta que al principio es cuando estarán más motivados y con más ilusión. Pero a medida que pasan las semanas, el compromiso y la motivación tienden a bajar.
Cómo evitar el abandono
Mi recomendación es que no des nada por supuesto, que no repliques los cursos que ya has visto por ahí. Que “te salgas del guión”.
Necesitas ser creativa para modelar una experiencia del cliente positiva y gratificante.
A veces, va a ser necesario adelantar determinados retos o acciones, para satisfacer esas necesidades del alumno en el momento en que lo espera.
O para conseguir reforzar su compromiso de aprendizaje porque le permites detectar de forma clara que necesita tu curso, aunque ya lo haya comprado.
Volvamos al ejemplo de BIZ Bang! Power en Escuela de Empresarias)
Te pongo un nuevo ejemplo, en este caso, el que yo misma aplico a mi programa de BIZ Bang! Power (donde modelamos negocios y los transformamos para que funcionen a pleno rendimiento).
El objetivo de mis clientas es tener un negocio rentable.
Pero esto implica un trabajo intenso y, por tanto, un esfuerzo extra.
Y mis clientas no suelen tener demasiado tiempo precisamente.
Así que BIZ Bang! Power arranca con un autodiagnóstico de su negocio donde se ubican en una Fase de Desarrollo a partir de la que se organizan las prioridades de aprendizaje y acción.
De este modo consiguen clarificar sus ideas, enfocarse sólo en lo importante y no cometer errores invirtiendo tiempo o dinero en aspectos que en su caso puedan ser secundarios todavía.
Ya sabes: hay mucho por hacer para tener un negocio a pleno rendimiento pero no se puede afrontar todo a la vez.
Además, todas las lecciones son breves y directas para ser aplicadas fácilmente e incluyen plantillas de Notion, calculadoras estratégicas, prompts de IA para acortar tiempos, etc.
El resultado es un proceso motivador porque genera una verdadera sensación de estar resolviendo temas pendientes y de ir ganando claridad para tomar decisiones económicas y estratégicas
En cualquier caso, si te interesa saber más sobre cómo motivar a tus alumnos te recomiendo el artículo de Juan Daniel Sobrado “Cómo motivar a los alumnos para el aprendizaje”, un verdadero manual en el que encontrarás, entre otras cosas, ideas prácticas para aumentar el deseo de tus alumnos de avanzar en tu formación.
MANOS A LA OBRA: DESARROLLA EL CONTENIDO DEL CURSO
Una vez que tienes el guión de base (el índice y la cronología de tu curso) llega el momento de darle forma a los contenidos de tu formación.
Para ello, deberás tener en cuenta que no todos respondemos al mismo tipo de estímulo ni aprendemos de igual manera.
Estoy segura de que habrás oído hablar de los diferentes tipos de aprendizaje que tienen las personas.
Si eres capaz de establecer propuestas en tu curso que conecten con varios de estos aprendizajes, les estarás ofreciendo una formación de más alta calidad.
Me estoy refiriendo a que incluyas estrategias y técnicas distintas.
Para que entiendas mejor a lo que me refiero, imagínate a cualquier deportista.
No es suficiente ser bueno técnicamente (saber conducir tu coche de Fórmula 1, chutar el balón, etc.) sino que se necesita de una estrategia que permita “ganar”.
En tu curso deberías facilitar ambas cosas: los conocimientos pero también diseñar la estrategia para facilitar su aplicación.
A partir de aquí, me parece importante nombrar al menos (para que los tengas presentes) los grandes sistemas en los que apoyar tu formación.
Sistema de representación visual
Hay quienes incorporan conocimientos fácilmente al visualizarlos, a través de las imágenes, infografías, vídeos educativos, etc. Posiblemente es el que te resulta más familiar.
Sistema de representación auditivo
Como, también, están las personas que memorizan mejor a través del oído, al escuchar. Podrías traducir esto en grabaciones de audio mp3, debates entre alumnos, etc.
Sistema lectura-escritura
A veces el alumno necesita escribir para interiorizar conceptos. Puedes convertir esto en fichas de trabajo, workbooks, etc.
Sistema kinésico
Algunas personas necesitan “interactuar” directamente para aprender. Serían las típicas clases de laboratorio, las prácticas (ya sea danza, diseño web o manualidades).
Por supuesto, muchos de tus alumnos aprenderán apoyándose en más de uno de estos sistemas. Por esto es recomendable y muy eficiente ofrecer múltiples formatos y propuestas dentro de tu curso.
Además, ten en cuenta que no todos comprendemos de la misma forma: algunos prefieren los sistemas inductivos.
Preferencia por el Aprendizaje Inductivo:
Se basa en la presentación de casos y situaciones particulares a partir de los cuales se extrae después la norma. Esta metodología la suelen utilizar los americanos.
Preferencia por el Aprendizaje Deductivo:
Se basa en aprender la norma general, la teoría, para después aplicarla en resolver ejercicios y situaciones particulares. El sistema educativo español se ha basado tradicionalmente en esta metodología.
Lo más eficaz suele ser empezar el curso anticipando el final.
Es decir, mostrar a tus alumnos “esto es lo que queremos conseguir” y a partir de aquí ir mostrando cómo lo haremos.
A esto se le llama aprendizaje significativo porque el alumno entiende por qué está haciendo las cosas, hacia dónde va, y es más capaz de instrumentalizar rápidamente tu contenido.
Por ejemplo, en todos mis cursos, yo dedico un momento al principio de cada módulo en explicar por qué vamos a ver tal cosa, cómo vamos a estructurar ese contenido y para qué lo estamos trabajando.
Así aunque mis clientas se encuentren ante algunos módulos más complejos (por ejemplo, los que hacen referencia a los números) sienten una dosis alta de motivación porque visualizan fácilmente qué habrán conseguido después de ese esfuerzo.
En definitiva, si quieres un curso que resulte atractivo y que se enfoque en conseguir clientes satisfechos (que luego te recomendarán) mi consejo es que integres distintas opciones y alternativas.
Por ejemplo, en mis cursos y programas yo suelo incluir:
- Lecciones en vídeo / en audio
- Presentaciones descargables
- Calculadoras en excel
- Infografías y mapas mentales
- Plantillas de Notion personalizadas
- Prompts funcionales de IA
Como puedes comprobar no sólo se trata de crear un buen producto (tu curso) sino de garantizar una experiencia memorable que te ayude a conseguir ventas e ingresos.
Si esta es tu asignatura pendiente, te recomiendo BIZ Bang! Power.
TUS HABILIDADES DE COMUNICACIÓN COMO FORMADORA
Un componente esencial del contenido de tu curso serán las lecciones, ya sean escritas, en audio o en vídeo.
Y, en todos los casos, deberás trabajar tus habilidades de comunicación. Ello incluye:
Comunicación oral.
Se refiere tanto a la estructura de tu discurso como a los recursos formales que vas a usar: desde tu tono de voz, a vocalizar bien, usar correctamente los silencios, ritmo, etc.
Haz que sea fácil seguirte e interesante escucharte.
Incluso puedes apostar por agilizar el ritmo de algunos ofreciendo directamente opciones como Video Speed Controller para que puedan acelerar tus vídeos si así lo desean.
¡Máxima flexibilidad!
Comunicación escrita.
Tus contenidos tienen que ser claros y fáciles de leer.
Pon el foco en las ideas principales y utiliza formatos enriquecidos para facilitar la lectura: subtítulos, negritas, destacados.
Es decir, plantea los textos de una forma que facilite a tus alumnos identificar e interiorizar las ideas clave.
He visto tantos powerpoints horribles… (y no hablo de diseño, sino de estructura de la información).
Por supuesto, ni siquiera voy a dudar de que revisas tu ortografía (si tienes dudas, contrata a un buen corrector) y para tus páginas de ventas adáptate al registro persuasivo (fórmate o contrata a un copywriter que te ayude).
Comunicación visual.
Si optas por utilizar diversos formatos vas a tener que poner especial cuidado en no desmerecer tu trabajo con materiales poco profesionales (hojas de trabajo, resúmenes, infografías, etc.) o vídeos de baja calidad.
Pon especial atención a la calidad del audio.
De nuevo, puedes formarte para hacerlo tú misma o contar con profesionales expertos en locución para aquello que te resulte más complicado o requiera un tiempo excesivo de dedicación por tu parte.
A menudo resultas más efectiva delegando que invirtiendo horas y horas para un resultado mediocre.
INFOPRODUCTOS. DOSIS EXTRA DE MOTIVACIÓN .
¿Cuántas formaciones has comprado que nunca acabaste?
¿Serías una prescriptora activa de ellas?
La oferta actual de cursos online y presenciales es increíble: puedes encontrar casi todo lo que buscas, en formato presencial o online, guiado o autoaprendizaje (infoproductos).
Es precisamente en estos últimos, los infoproductos (cursos «enlatados») donde tienes el mayor reto para motivar al alumno y que te sienta cerca.
Porque por definición el infoproducto no incluye tu tiempo (resolución dedudas, etc) ya que esto tendrías que repercutirlo en el precio.
Y aquí la idea es «escalar» tu negocio vendiendo en modo automático. Cuantos más cursos, mejor.
Mi consejo (otra vez) es que seas especialmente cuidadosa con la calidad de tu infoproducto aunque sea de bajo coste, porque podría dañar tu reputación y tener efectos negativos en la venta de otros productos de mayor precio.
¿Cómo puedes conseguir generar la sensación de «estar cerca» de tu salumnos si tu curso está grabado?
La mayoría de plataformas donde alojarás tu curso te permiten establecer mensajes automatizados.
Crear una secuencia de mensajes que el alumno reciba directamente en su email es una buena para crear un refuerzo positivo adicional.
Por ejemplo, puedes felicitarle (en modo automático) cada vez que acaba una lección o incluso enviarle un mensaje si hace X días que no se conecta y por lo tanto no avanza.
Simplemente quiero decirte que no te conformes ni te acomodes con lo que has visto por ahí, con lo que has vivido como alumna, con las deficiencias que has encontrado.
¡Puedes diferenciarte incluso en detalles como este!
LA MODA DE OFRECER BONUS EXTRA. ¿PARA QUÉ?
A todos nos gusta recibir más de lo que esperamos.
Y esta es la idea sobre la que pivotan los Bonus Extra que sueles ver en muchas ofertas.
El objetivo es ofrecer al cliente más de lo imprescindible, más de lo estrictamente necesario.
Así que en el concepto Bonus incluiríamos todos aquellos contenidos que no son un eje central de tu curso pero sí que suponen elementos de valor, directamente relacionados con el problema que desean resolver.
Así es como tus alumnos percibirán que se llevan más de los que están pagando por tu curso.
Porque, efectivamente, le estarás dando un regalo.
Decidir qué es lo que vas a ofrecer tiene distintas respuestas y te aconsejo imaginación:
- más contenido desarrollado por ti
- plantillas descargables que facilitan el trabajo
- sesiones de validación personalizadas
- contenido adicional de otros expertos
- cuestionarios y tests online
- descuentos especiales para otros productos (tuyos o de otros)
- wellcome kit (digital o enviado a casa)
- etc
O incluso una combinación de todos ellos.
También puedes usar los Bonus como un incentivo para la «acción rápida».
Es decir, una oferta temporal para aquellos que toman una decisión temprana de compra.
LA FAMOSA “VERSIÓN BETA”. ¿DE VERDAD SIRVE?
Voy a ser contundente: ¡por supuesto!
Otra cosa es que tú quieras llamarla públicamente “versión Beta” o no.
Pero en cualquier caso no puedes dar todo por supuesto, pensar que la has clavado a la primera.
Por mucho que hayas investigado y conozcas a tu cliente ideal, vas a necesitar contrastar tus suposiciones.
Y como siempre (si quieres que tu negocio, tu curso, funcionen) vas a tener que escuchar de manera activa a tus alumnos.
Recoge su experiencia con el mayor detalle posible:
- qué opinan sobre la estructura de tu curso (temario y organización)
- qué opinan sobre la duración (demasiado largo, poco tiempo para aplicar lo aprendido, etc.)
- qué opinan sobre la calidad del contenido (demasiado básico, demasiado técnico, demasiado avanzado…)
- qué opinan sobre la adecuación de ejercicios o prácticas (difíciles, confusos, insuficientes, etc.)
- qué opinan sobre la ayuda/acompañamiento que han recibido (sesiones individuales, en grupo, foros de grupo, etc.)
- cuál es el nivel de satisfacción general (valoración del 1-10, si lo recomendarían, comentarios extra que quieran hacer, etc.)
¿Para qué te va a servir esta información?
Principalmente, para comprobar que tu formación está conectada y resuelve el problema real que tenían tus alumnos cuando decidieron apostar por ti.
Pero además, los testimonios de las personas que hayan hecho tu curso beta te servirán como prueba social, algo esencial en el siguiente paso que deberás dar: la venta recurrente de tu curso.
Ahora me gustaría saber qué te ha parecido el artículo:
- ¿crees que vas a poder aplicarlo en tu próximo diseño formativo?
- ¿hay algún apartado que te resulta especialmente complicado de aterrizar para tus cursos?
- ¿necesitarías más detalles de algún aspecto en particular?
¿Quieres que te ayude a crear / revisar tu curso? Esto se hace ágilmente en un Día de Gloria.
2 comentarios en “Cómo crear un buen curso (online o presencial) | Ejemplos”
Muy buena información. Gracias Gloria. No pude bajar el ebook
Gracias Ana. Cuál es el problema para bajar el ebook? hemos comprobado y a nosotros sí nos funciona la descarga. Si nos das más detalles, tal vez te podemos ayudar.
Los comentarios están cerrados.